DESCONOCIDA

Mañana solitaria, tarde exasperada y noche triste.

Luz intensa, y oscuridad silenciosa. Recostado en la arena espero tu llegada tardía.

Siempre hablando de tí, aunque no te conozca.

Te deseo y me olvidas sin siquiera recordarme.

¿Quien eres, que no te puedo arrancar de mi cabeza?

¿Te amo, o solo te necesito?

Ojos abiertos, ojos cerrados u ojos medio palpitantes, siempre te observo, te siento en mi espalda y cada que volteo te desvaneces en el aire dejando el susurro de tu nombre que aún no comprendo...

Eres tú quien me necesita, quieres acariciar mis manos, añoras mis brazos cubriendo tu cuerpo frio, deseas que mis palabras esten llenas de tu nombre, anhelas que mis lagrimas caigan en tus recuerdos infames, que mis pasos cubran tus huellas en la tierra, ansias el contacto de mis besos, que me aferre a tus pies.

Eso quieres, comer y beber a mi lado.

Solo por un istante de mi compasión inherente a la tuya.

El único olvido verdadero será el que suceda por la mañana cuando despierte y no seas nadie. Ya no tendra sentido tu existencia, y al fin me burlaré.

Tú eres quien me extraña y me necesita, pero solo podras llorar mi ausencia y mi recuerdo de rodillas y aun lado de mi sepulcro.