Diez horas corren como segundos en reloj de arena... Tu vida se termina y no hay marcha atras.
Nueva horas tengo para decir adios a mi alma, pero ella no me escucha, solo rie sarcastica.
Ocho horas de sufrimiento de alta densidad y mi corazón da un aviso al gritar.
Siete horas conmigo mismo y no sé que decirme, el viento no me deja hablar y mi vista se vuelve borrosa, un hombre levanta la mano a lo lejos, lo observo, pero no lo distingo.
Seis horas y el camión esta a punto de partir, en el, todas mis tristezas se alejan, un aroma a rosas invade mi aliento de moribundo sin remedio.
Cinco horas, al mitad del camino me detengo a mirar hacía atras y mi espalda me saluda, giro de nuevo y a lo lejos te veo, sé que eres tú porque soy el único que puede verte.
Cuatro horas más y al fin naceré, por fin veré a mi madre, pero antes tendré que decir adios a mi madre.
Tres horas y el caos invade mi tranquilidad conviertiendola en tristeza, una lagrima asoma por mi mejilla aunque yo disimulo y la escondo detras de mi ojo.
Dos horas en un mismo lugar, sé que ya he estado aquí alguna vez, "deja vu" me invade y me confunde, no sé que es realidad y que ficción, sé que el último suspiro se acerca, lo veo venir.
Una hora y mi sangre ha llegado al cerebro, siento todo mi poder dejando mi cuerpo, comienzo a sentir frio, un frio caliente que hierve mi sangre, ya no hay más, mi corazón dejo de latir, pero aun lo escucho como se aleja, ya no siento nada, todo es... Es... Al fin...
Abro los ojos.
1 comentario:
Wow,una verdadera introspección, el tiempo relativo como nuestro pasado.
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