jueves, septiembre 08, 2005

EMILIO Y SU GATO

El dulce sabor a sal me recuerda el bello caminar de un camino empedrado y de las olas del mar chocando con la arena humeda en una noche de viento suave y marea baja.
Cierro los ojos y me encuentro con los tuyos que iluminan junto con la luna un deseo de pasión y fuerza ambigua.
La suavidad de tu piel acaricia mi boca como petalos de una flor única y desconocida.
Quiero tocarte y sentirte, pero, la delicadeza de tu voz me paraliza y me hipnotiza.
Durmiendo y soñando en valle azul nocturno y solitario, sueño con un ave que vuela a mi alrededor mientras canta una melodía confusa que atrae mi atención. En mi mente el unico retrato eres tú y tus ojos en la noche triste.

El día en que me pierda en tu ser, Emilo y su gato nos recibiran en el valle verde y gritare con todas mis fuerzas hasta ser uno solo. Ese día caera la lluvia tibia sobre nuestros cuerpos y de un suspiro despertaremos juntos en la arena blanca mientras el alba anunciará el primer día de nuestros vidas.

1 comentario:

Ricardo dijo...

Que bien que estes de regreso al blog, bro, igual es el estado de ánimo o mi poco nivel, pero no asimilo el concepto de este escrito, un abrazo: