Érase una vez, un zapato infeliz que vivía en desacuerdo con todo su entorno, no le parecía ser zapato, porque se cansaba de caminar y cargar pesos ajenos.
Un día, ideó el plan perfecto para ser independiente, pero cómo siempre, su hermano par gemelo, trataba de detenerlo por miedo a no volver a caminar nunca más. Zapato infeliz, corrió tanto, que zapato feliz no pudo detenerlo y sólo vió cómo se desvanecía junto con el viento.
Zapato feliz murió de tristeza, porque jamas volvió a caminar, mientras que zapato infeliz, conoció el mundo entero y vivió feliz solo e independiente.
Un día, un tenis vagabundo lo fué a visitar a su casa, la caja de cartón, y charlaron por horas.
Al cabo de cinco horas, zapato infeliz salió corriendo de su caja y jamas paró hasta ver a su par, el zapato feliz, tendido en el suelo despedazado. No pudo mas que llorar y hablando en voz alta exclamó:
¡Zapato feliz!, por seguir el destino que alguien más te impuso, moriste siendo infeliz. Sé independiente y vive tu vida sin cargar ni depender de nadie, porque es tu vida la que vives.
MORALEJA:
Sé un hombre y no un zapato.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario